martes, 3 de marzo de 2009

Humor para ciclistas

¿Qué pasa "biciosos"?

Aprovechando que acabo de leer una frase relecionada con el ciclismo que me ha hecho gracia voy a poner en esta entrada esa frase y dos chistes que ya me habían contado hace tiempo. Más que nada por saber donde encontrarlos :-)

La frase en cuestión:

"En la bici todo da por culo, menos el viento que da de cara"

El primer chiste:

Cuatro hombres casados van a montar en bici. Después de una hora de pedaleo, se oye la siguiente conversación:

HOMBRE 1:
"No tenéis ni idea de lo que tuve que hacer para venir a montar hoy. ¡Tuve que prometer a mi señora que pintaría toda la casa el próximo fin de semana!"

HOMBRE 2: "Eso no es nada. ¡Yo tuve que prometer que le construiría una terraza nueva para la piscina, con marquesina y todo!"

HOMBRE 3: "Pero hombre, ¡Os quejáis por nada! Yo tuve que prometerle que remodelaría la cocina completa, incluyendo el cambio de todos los electrodomésticos."

Y así, continúan pedaleando hasta que se dan cuenta que el cuarto amigo no había dicho una palabra, y deciden preguntarle: Tú no has dicho nada acerca de lo que tuviste que prometer para poder venir a montar hoy. ¿Nos vas a decir que no tuviste que prometer nada?

HOMBRE 4: "Yo puse el despertador a las 6:00h y cuando sonó, me acerqué al oído de mi mujer y le dije: ¿bici o polvete?.

Y ella me contestó: 
Abrígate bien...

Y el segundo chiste, que a mi me hace más gracia:

Ayer me levanté temprano, me  puse el maillot arco-iris y el cullote a juego que me regaló mi mujer hace 1 mes por mi cumpleaños.

Me tomé café,  cogi el casco a juego con el maillot, me fui silenciosamente al garaje,  cogí mi bicicleta de 3.000 euros (auto-regalo de cumpleaños porque la vieja ya tenía 2 años), y  cuando salía del garaje me di cuenta de que llovía torrencialmente.

Estaba toda la calle inundada y el viento gélido, soplaba a  100 Km/h.

Volví a entrar en el garaje  a dejar la bici. Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama.

Despacito me acurruqué contra la espalda de mi mujer, y le susurré al oído: '¡El tiempo afuera es horrible!'

Ella me contestó medio dormida, 'Ya lo sé. ¿Puedes creer que el gilipollas de mi marido se  ha ido a montar en  bici?"

A cuidarse
Javier Arias González

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